miércoles, 18 de marzo de 2009

La breve tregua de marzo

Pasó el partido del Mallorca y no hizo más que dejarnos la misma incertidumbre. Antes de este partido ya anunciábamos que una derrota podía ser fatal, ser el punto de partida de una guerra abierta. La victoria hubiese sido la revelación magnífica que todos esperábamos. Nos dejamos un posible marcador, el de empate. Si el sábado pasado nos dicen que empatamos contra el Mallorca, seguramente lo hubiéramos considerado como una derrota, como algo inútil y probablemente el final de nuestra andadura en Primera. No ha sido así. Por las circunstancias en las que se obtuvo ese empate, casi ha sido considerado una victoria. Pero, en un momento en el que todo son los puntos, no puede considerarse igual un punto que tres, haya tras de él más o menos esfuerzo.

A pesar de todo, del recelo que supone haber sumado sólo un punto, la opinión general se ha cargado de positivismo. Hablábamos de "voceros" y "silenciadores" en la anterior entrada, y en esta vamos a seguir haciéndolo, aunque sea una muy mala semana para diferenciarlos. La sensación que nos dejan todos los que comentan la actualidad del Espanyol es de tener todavía posibilidades de salvarnos, siendo ya el partido de Osasuna el último encuentro para ello. En realidad, las matemáticas nos dicen prácticamente lo mismo.

Durante esta semana vivimos una tregua, mientras alabamos a los 10 jugadores que remontaron un marcador y criticamos a los árbitros. Afortunadamente (o no), el enemigo del Espanyol parece estar ahora mismo fuera del propio club, e incluso periódicos que rellenan sus páginas con cuatro párrafos de nuestro equipo denuncian las actuaciones arbitrales. Estos siete días servirán para maldecir la mala suerte que tenemos o investigar persecuciones arbitrales, otros optarán por apelar a la épica y ver esta situación como la posibilidad de realizar una gran gesta. Distracciones que para algunos no serán suficientes.

Los "voceros", cuyos abanderados serían La Vanguardia y Espanyol 3.0 (como ya explicamos), siguen incluyendo su crítica hacia la directiva. Sin tapujos, abiertamente, aunque siempre después de ensalzar la batalla contra el Mallorca. José Martí Gómez, por ejemplo, ya incluye el "como vengo diciendo desde principio de temporada" por segunda vez consecutiva en sus artículos. Lo que nos hace pensar que vamos a tener que aguantar los mismos escritos hasta el verano, hasta que empiece la guerra. Espanyol 3.0, en sus resúmenes semanales, también indican que la "culpa de todo esto es anterior" al inicio de temporada.

Sin embargo, estas críticas sólo son una tímida protesta mientras se espera que termine la tregua dedicada a la mala fortuna y los colegiados. No se le da importancia ahora mismo, y aunque no fue una victoria, ni nos la tomamos como tal, reaccionamos de manera optimista. La épica del Espanyol es a lo que todos nos acogemos. Ésta aún será una bonita semana, en la que recordar lo grandes que somos. Semana para sentir, para animarnos. Por eso, para finalizar la mirada de esta semana a los medios pericos, nos fijamos en uno de nuestros mejores articulistas cuando de transmitir sentimientos se trata, León Azuara, de Blanc-i-Blau. Con un texto titulado "Sólo nos queda el Espanyol" bastante sentido, se afilia a los que siguen creyendo en el milagro sin protestar. Ni vocero ni silenciador, el señor Azuara se limita a resumirnos la semana que hemos comentado:

Llámenle la última bala, el último asidero o lo que quieran. Pero es lo que hay. Sólo nos tenemos a nosotros mismos para salir de aquí como buenamente podamos. Habrá que dejarse la voz y las palmas de las manos en el empeño, como tantas otras veces. No sabemos si llegaremos vivos a la última jornada, al minuto 70 o al 95’ en ese partido contra el Málaga del mes de mayo, pero estoy seguro que la gente que lee este periódico no se va a rendir ¿verdad? E incluso en el caso de que esta vez no haya milagro, los fieles seguiremos allí para devolver al Espanyol al sitio del que jamás debiera salir.

miércoles, 11 de marzo de 2009

¡A sus puestos!, va a empezar la guerra

En la anterior entrada, escrita hace sólo dos días, alertábamos de la posibilidad de encontrarnos ante un nuevo cruce de acusaciones entre los medios y generadores de opinión pericos. De la ilusión creada gracias a la llegada de un emblema como Pochettino o la victoria en el Camp Nou, se mascaba en el ambiente que las dos últimas derrotas y la posible ante el Mallorca -posible en tanto que se pueden dar tres resultados: ganar, empatar o perder- podrían generar de nuevo ese mal ambiente, dejando atrás la ilusión para transformarla en críticas destructivas. Esperábamos que el punto de partida de todo el jaleo fuera el próximo domingo, pero parece que nos lo han adelantado...

Va a ser curiosa esta nueva guerra que viviremos en el club. En esta ocasión parece claro que la división de bandos no será una contra el presidente y otra a favor del presidente: no hay nadie al lado de Daniel Sánchez Llibre ahora mismo, ni siquiera el propio Dani. Los bandos esta vez serán distintos. Sí es cierto que uno de ellos es muy crítico con la gestión que ha realizado Sánchez Llibre, pero el otro no está por la labor de defenderla. El mapa es distinto: unos critican la gestión o planificación, otros piden que se callen y cerremos los ojos. Nadie, a día de hoy, ha salido en defensa del presidente. Por eso no podemos hablar de danismo y antidanismo, en este guerra que se nos avecina debemos hablar de "voceros" y "silenciadores" -estoy abierto a nuevos nombres en los que catalogar los bandos, demostrad más ingenio que yo.

De voceros han salido muchos, incluso actuales directivos o ex-entrenadores. Pero estos no son más que punta de lanza para los que usando los medios, con sus críticas pretenden asegurar el cambio en la presidencia. Sus palabras, las de directivos o ex-entrenadores, sólo sirven para argumentar y dar peso a esas críticas. Uno de los voceros más destacados, en todos los sentidos, es José Martí Gómez. En su último artículo de opinión publicado en la pasada edición de La Vanguardia martes 10 de febrero, nos deja estas palabras:

Puede ser aburrido repetirlo, pero es necesario: Sánchez Llibre ha dado mucho al Espanyol. No dudo de que es honrado, pero gestionando el club ha cometido el error de llevarlo de forma personalista, apoyado por consejos acríticos y recurriendo a baños de masas cuando las cosas han pintado mal. Los baños de masas gratifican el ego del que se baña, pero le impiden percibir la realidad. Se obnubila, y Sánchez Llibre es desde hace tiempo un presidente obnubilado.

Sobran las palabras. A partir de ahora habrá que mirar a La Vanguardia de otra manera, teniendo claro que la poca información que ofrezca del Espanyol muy probablemente sea tendencios. Tienda hacia este vocerismo. No en bano, los únicos pericos que opinan en este periódico son el propio Gómez y Golobart, ex-jugador y actual presidenciable, según sus palabras. Ambos, claro está, optan por el cambio. José Martí Gómez, además, parece apoyar a su compañero en el periódico, dedicándole con sutileza partes de su artículo. No debería sorprendernos.

Si podemos considerar a La Vanguardia vocera, por lo menos hasta ahora y en estos dos casos, ¿a qué medio recurrir si queremos leer a los "silenciadores"? PericosOnline. Ya comentamos el caso de Francesc Via en la anterior entrada. Hoy podemos comentar también la complicidad en ese sentido de Xavier Salvatella, uno de los más antiguos colaboradores y activistas de la web. En su columna escrita ayer, podemos rescatar el siguiente ejemplo de silenciador.

L'Espanyol està ferit de mort, n'ets conscient, coresponsable? Ferit de mort, a un pas de l'infern, a tocar de l'abisme. I en aquesta situació, em diràs que tu no pots evitar tirar-hi llenya al foc? De debò que no ho pots evitar? Tan gran pot arribar a ser l'ego dels éssers humans? Tan difícil és mirar-te al mirall, veure-hi un perico, i en conseqüència aportar la teva part per superar aquest viacrucis que estem vivint tots plegats? No ets capaç, per l'Espanyol, pel nostre club, de defugir el protagonisme que ara no et toca, ni et mereixes? No atanso a comprendre-ho, m'és impossible. No puc entendre que amb la que està caient em vinguis amb aquestes.

Con mayor lírica en su escrito, lo cual es propio de este notable columnista, nos dice cómo debemos comportarnos y, básicamente, que te calles. Pero POL no termina en sus columnistas. La tendencia hacia el silenciadorismo puede verse también en las noticias publicadas y que a priori no deberían mostrar opinión, pero no pueden evitarlo. El siguiente fragmento nos explica, de forma claramente tendenciosa, las declaraciones de Bartolomé Márquez:

De com a mínim curiós tillariem el moment triat per l´ex-entrenador espanyolista Bartolomé Tintín Márquez per trencar el seu silenci, que durava des-de qua va ser destituit del seu càrrec al front de la banqueta de l´equip blanc i blau ara fa 13 jornades. I diem curiós, perquè si d´una banda al llarg de tota la seva compareixença anit a l´espai "Els millors anys de la nostra vida de Catalunya Radio" va remarcar la seva satisfacció pel fet que actualment tot l´espanyolisme visqui centrat en la tasca comuna d´aconseguir la salvació, ell va deixar una sèrie de consideracions que no semblen afavorir la necessària concentració d´esforços en pro d´aquest objectiu compartit.

No sólo silenciar, sino acusar de ir en contra de los intereses comunes, o por lo menos cuestionar el ir a favor. Para PericosOnline el vocero es el enemigo. Para los silenciadores, los voceros son los malos. Es la otra opción. Si los primeros te invitan a que cargues contra la directiva y sean ellos los malos, estos te invitan a que soportes la que esta cayendo de manera estoica, pensando sólo en los resultados que quedan. Las dos opciones deben ser totalmente respetables, y ninguna implica ser menos perico que otra. Con una te conviertes en perico vocero y con la otra te conviertes en perico silenciador. No debemos dudar, por lo menos en principio, de la buena voluntad para con el Espanyol de ambas tendencias en los generadores de opinión pericos.

Sin embargo, ¿tú qué piensas? Me atrevo a decir que en un 70%, piensas que habría que silenciarlos a todos. Desde luego que los silenciadores ahora parecen la mejor opción y mayoritaria. Por el bien del club (o no) mejor (o peor) que así sea. Pero volveremos a vernos tras el partido del Mallorca, según el resultado que se dé el porcentaje variará mucho.

lunes, 9 de marzo de 2009

¿Cómo estás, Espanyol?

Mal, ¿no? Podríamos acabar el primer análisis aquí, sobretodo si añadiéramos algo alentador como el acrónimo escrito ayer en la anterior entrada. Me quedaría en la gloria con ello, pero no todo es tan fácil. No todo es tan fácil como querer ser positivo, querer transmitir positividad, y que sea lo que los jugadores quieran. El Espanyol, hoy más que nunca, se ha dejado en manos de unos futbolistas y un cuerpo técnico que son la última esperanza. Bajo el lema "Tots junts podem", el club ya no tiene crítica, ni siquiera oposición. Sólo póngase a rezar señor, y si no funciona esa semana, hágalo más fuerte la próxima semana. No se atreva a meterse con el jugador, anímele. Todo irá bien, todo irá bien, todo irá bien, ommmmm...

Anoche, en el Hat-trick Espanyol vivimos el colmo de esta situación. Piera, aquel que encarnaba el diablo opositor de la junta directiva de Daniel Sánchez Llibre, ya no criticaba a nadie. Con lo pesado que había sido antes, y anoche calladito. Aunque se le notó a ratos un rostro enrojecido, seguro que de ira interior, no cayó en la tentación de despotricar de nadie, ni siquiera cuando nuestra querida Raquel Mateos quiso tirarle un poco de la lengua. Se limitó a rezar lo que todos debemos rezar: "hay que ser positivo, animar al equipo... y ya en verano hablaremos".

Ya en verano hablaremos. Sí, este es el "amén" de nuestra nueva religión de unidad y positivismo perico. Dani nuestro que estás en el palco, líbranos de la tentación de criticar y no ser positivos y ya hablaremos en verano. Así se lo tiene también aprendido Francesc Via, a quien muchos han acusado de "danismo" -de lo único que le acusaría yo es de no descansar y haber enloquecido por ello-, así que podemos situarle en una posición diametrarlmente opuesta a la de Piera. Él se limita a escribirnos una columna que pretende emocionarnos y seguir rezando. En su última columna titulada "Yo estaré ahí", empieza de la siguiente forma:
Aquest es un altre article, one more time, segurament maniqueu i trampós, que busca emocionar-te, que busca tocar-te la fibra, però sobre tot busca que no et desactivis, que no llancis la tovallola, que no et rendeixis. No va dirigit a tots, perquè no puc arribar a tots, perquè a tots no us podré convèncer. Perquè a tots no us puc enganyar. Hi ha gent molt llesta per aquí, fins i tot massa llesta i aquest article no és per ells. Perquè ara no necessitem llestos, necessitem creients.
Lo consigue. Sobretodo gracias a este estilo. Este de poner muchos puntos. De hacer muchas pausas. Como remarcando cada frase. Como entonando cada palabra. Oh, gloria. Funciona. Lo hace. Siento la fuerza. Veo la luz. Es un genio. Confieso que la táctica es brillante, y que en más de una ocasión me veréis imitarle cuando pretenda alentar a alguien. Pero a él ya no le sirve, lo escribe pero ya no le sirve. Como generador de opinión que es, cumple con el esfuerzo de seguir transmitiendo ese positivismo tan necesario en la nueva religión del "Tots junts podem". Su esfuerzo es admirable, ya que sólo en una ocasión, en su anterior columna -disculpas por no tener el enlace ni la cita exacta, no logro encontrarla en su web- fue débil y utilizó el amen/azador "ya hablaremos en verano".

De otros generadores de opinión como son los colaboradores y editores de BiB encontramos también los mismos rezos. Poco puedo saber de lo que opinan, ya que en su web la última actualización de la sección de opinión data del 1/3/09. La parte buena de esto, es que todavía podemos ganar en El Madrigal, a ver si hay suerte. Pero la tónica general del periódico es, como ya hemos visto en los otros dos ejemplos, de Totsjuntspodemismo. Pero en este caso, a pesar del desfase en cuanto a calendario de su web, encontramos reclamos más amen/azadores adelantándonos lo que pronto viviremos. Es el caso de la columna de Miquel Oró, en la que aprovecha a Golobart para dejar caer con sutileza aquello de que en verano va a arder Roma, y sobretodo es el caso del incansable Josep Sánchez. Su texto titulado "Changes comes to Espanyol" es el definitivo ejemplo de lo que se nos avecina:

El club debe cambiar de arriba abajo. Y como se trata de un club de fútbol, lo primero que debe sufrir un cambio radical es la gestión deportiva. El mismo Perelló, que siempre se ha caracterizado por no morderse la lengua, criticó recientemente la “errática” política deportiva del club. Aunque es bien cierto que hemos vivido grandes momentos, deportivamente hablando, llegando a varias finales y ganando dos Copas del Rey, no es menos cierto que en ocho años hemos vivido tres temporadas de infarto (contando ésta). Y lo que es peor, toda la estructura deportiva se ha resentido.

Estos tres ejemplos son los que utilizo para explicar cómo está el Espanyol. Hasta ahora, mi querido, no has sufrido nada. Incluso te diría que has vivido momentos entrañables de armonía, unidad y cariño. Pero esto durará el tiempo que la pelota quiera, porque ya no habrá escusas de Tourmalets y chorradas.

La solución será la de siempre: que arda todo. Si no hay luz, que ilumine el fuego que lo quemará todo. Quizás, viendo que el positivismo no ha funcionado, lo que toque sea todo lo contrario. Sobretodo será la solución para aquellos que tengan cuentas pendientes con la directiva. Ya nos lo han avanzado y dentro de poco lo viviremos, de momento sed felices.

domingo, 8 de marzo de 2009

Acrónimo arengador (o anexo del pimer artículo serio)

La verdad es que no tengo perdón de nadie. La primera entrada que escribí fue una presentación, y la segunda será un acrónimo que nada tendrá que ver con los objetivos descritos en ese texto de presentación, ni con las intenciones del blog. Empezaré con una excepción.

A parte de para arengar, esta entrada nos servirá como anexo para el próximo artículo -este ya en serio- que publicará el blog y que se llamará: "¿Cómo estás, Espanyol?", donde ya por fin entraremos a hacer un primer análisis de la situación del club, de los medios que hablan de él, que es para lo que fue creado este blog.


Si ese larguero del Madrigal no cayó

Si ese larguero del Madrigal
Es capaz de no caer y soportar
Golpes de un balón
Usados desde el corazón
Incendiando a quien quisiera soñar
Resistiendo al que lo quería derribar:
¿Es posible decir,
Mientras queden opciones
O, por lo menos, un par de cojones: (podéis sustituir cojones por ilusiones)
"Somos más débiles que él, nos vamos a rendir"?

Entérese, señor pesimista acobardado,
Nadie puede decir que esto haya acabado.

Prepárese para lo que queda
Retrase todo lo que pueda
Intentos de claudicar.
Muévase y empiece a avisar:
El mundo entero no nos podrá derribar,
Restaremos siempre en Primera,
Amenazando a los que creen tener riqueza.

viernes, 6 de marzo de 2009

Presentación del blog y su editor

Hoy es 6/03/2009. 6-(0+3+2+0+0)+9= 10. Todos sabemos que el número 10 es el número perfecto, así que he elegido un excelente día para empezar con esta historia.

Como podéis leer a la derecha de vuestra pantalla, en esa columna donde se encuentra la entrada del Bayern Leverkusen - R.C.D. Espanyol correspondiente a la final del 1988, un servidor nació en el mismo mes en que algunos de vosotros os acordastéis de muchas famílias. La mía, sería bendecida con un bebe muy pequeño, que prácticamente sólo tenía pelo. No se me ofenda nadie, pero es posible que desde entonces muchos hayan perdido ya el suyo, y su melena de juventud haya sido substituída por una prominente calvície, puesto que han pasado nada más y nada menos que 20 años, casi veintiuno. Esta es mi edad, una edad magnífica. Si hay algo que me guste especialmente de haber cumplido ya dos décadas es la sensación que te da vestir con traje. Cuando con 10 años haces la comunión -se hace a los 10 años, ¿verdad?- te visten casi por primera vez con uno. Es muy gracioso, sobretodo para los que te lo ponen... Cuando cumples más de 30, el traje es ya casi una obligación que debes cumplir. Podrías ir con chándal y ser transgresor, pero más que ser considerado así, te veríamos como un vago sin estilo. En cambio, con 20 años te pones un traje y no estás cumpliendo una obligación, en este caso se convierte en una transgresión elegante, que incluso a ojos del que te mira parece que sepas algo, que tengas algo. Cuando en realidad, sólo es un traje.

En Leverkusen, muchos debían llevar un esmoquin cuanto menos. ¿Fue ese el día de la historia en que se interrumpió con mayor terror una celebración? ¿Ha existido otro momento desde que el mono creó a Dios en el que el mayor de los orgasmos fuera interrumpido con tanta frialdad? Tres goles, oiga: uno, dos y tres. Y luego penaltis. Increíble. Si algo me enseñó mi profesora de "Fonaments teòrics de l'art", es que Dionisio realizaba unas extraordinarias fiestas con muchísimas mujeres, donde corría la música, corría el vino... lo único que no corría era... eso, sí, eso que te ha venido a la cabeza -discúlpame por considerarte un pervertido. La experiencia, el conocimiento auténtico, estaba en ese punto de que casi sí, pero no. Ese punto de ya, ya, ya... pero no. Lo tenías cerca, lo tenías en la mano, o en otra parte del cuerpo... pero no. Parabas antes de conseguirlo. ¿Por qué? Pues da igual, simplemente es brillante. La experiencia tiene que ser magnífica, tanto en lo sexual como en lo futbolístico.

Evidentemente esa derrota de magnífica no tuvo nada para algunos. En realidad, creo que para nadie. La derrota siempre es triste, ¿no? Y entonces, por definición y antonimia, la victoria es alegre. La derrota es triste y la victoria es alegre. Los dos párrafos y poco han servido para llegar a una conclusión muy primitiva, y es en este momento cuando me planteo que tú y yo quizás podríamos haber invertido mejor el tiempo de lectura y escritura, respectivamente. Podrías dejar de leer aquí, pero no vas a hacerlo, porque le estás dando vueltas. La derrota es triste y la victoria alegre. Increíble, te he enganchado durante unas cuantas líneas más para repetir lo mismo. Ya paro.

Hablemos de la victoria, ya que es alegre y nos gustan las alegrías, no somos Dionisio. Estamos en la temporada 2008/09. Aquí me veo obligado a apuntar que 2008 debió ser un año mejor, ya que sus cifras suman 10, pero dejemos las matemáticas. En esta temporada lo tenemos difícil para hablar de la victoria y el Espanyol, ¿eh? ¡Hay que ver cómo estamos! Ahora mismo, estando a viernes 6 de marzo, sólo hemos ganado 4 partidos de un montón. Si tenemos que hablar de victorias, vamos a tener que hablar de la más reciente, y no precisamente por placer. Recordarás como, de forma absolutamente inesperada para algunos, el Espanyol venció al líder ocupando entonces la última posición de la tabla. Si antes hablábamos de Dionisio, ahora tendríamos que hablar de Buda, pero lo vamos a dejar porque sino se nos converirá esto en un blog de teología. El caso es que el Espanyol ganó. Alegría, ¿no? Para algunos sí, para mí no. Bueno, quizás sólo un poquito, pero sólo en parte.

Esa victoria la viví en un bar donde era el único perico, si es que soy perico. El partido transcurría sin grandes incidencias. Toda la primera mitad sin goles, pero con comentarios del tipo: "es que esta gente del Espanyol tienen jugadores de Tercera" y otros de menor delicadeza. Aguanté estoico, limitándome a dedicar sonrisas a los que para entonces ya se habían dado cuenta de que vestía una camiseta con un Pochettino costumizado. Llegó el primer gol en un remate de cabeza de De la Peña. En el bar sólo se escuchó un más sorprendido que tímido "¡Gol!" que salía de mi boca. Tan ridículo fue ese primer espasmo, que alguien de atrás repetiría lo mismo a modo de burla. No estaba yo para ofenderme, así que me limité a ver cómo demonios se sacó ese centro y pudo rematarlo ese chaval que marcó. Más tarde me daría cuenta de que estaba ofendido al gritar más longevamente el segundo gol, ni un locutor argentino me hubiese aguantado el pulso. Terminó el partido y finalizó en victoria. Tuve mi alegría y pude fardar. Se bromeó como es debido con cualquiera que se me acercaba, e incluso recibiría alguna felicitación, aunque algo contraída.

A pesar de la victoria, y de la mínima alegría, me di cuenta de algo a la mañana siguiente. El Espanyol no había ganado. En realidad lo que ocurrió es que el otro equipo perdió. El Espanyol actuó a traición y con la ayuda del colegiado, robando tres puntos que de ninguna otra manera hubiese conseguido. Barcelona, Cataluña iba llena de este cuento. En otras partes se contaban otros cuentos. En Madrid, por ejemplo, se decía que uno de sus equipos tenía más cerca su trigésimo segunda Liga. En el mundo en general, se contaría el cuento de que la Liga de Fútbol Profesional de España se ajustaba y restaba abierta hasta su final. ¿Quién contaba la victoria del Espanyol? Algunos. Casi nadie. Incluso en la clasificación tampoco afectaba, ya que los rivales directos del Espanyol también ganaron. Nunca una victoria supo tanto a tres puntos: uno, dos y tres. Y nada más. Cóbreselos, tenga sus puntos, no le cuente a nadie que ha ganado, nada va a cambiar.

Así que descubrí dos cosas. Descubrí que por mucho que ganemos encima del terreno de juego, las victorias no están ahí, debo buscarlas en otros sitios, este blog debe buscarlas en otros sitios. Y es lo que hará. No quiero hablar de fútbol, quiero hablar de lo que nos rodea. El fútbol es aburrido de narices. Ah, y lo segundo que descubrí es que se terminaron las "victorias" parciales, que ya jamás celebraré un gol del Espanyol.