lunes, 9 de marzo de 2009

¿Cómo estás, Espanyol?

Mal, ¿no? Podríamos acabar el primer análisis aquí, sobretodo si añadiéramos algo alentador como el acrónimo escrito ayer en la anterior entrada. Me quedaría en la gloria con ello, pero no todo es tan fácil. No todo es tan fácil como querer ser positivo, querer transmitir positividad, y que sea lo que los jugadores quieran. El Espanyol, hoy más que nunca, se ha dejado en manos de unos futbolistas y un cuerpo técnico que son la última esperanza. Bajo el lema "Tots junts podem", el club ya no tiene crítica, ni siquiera oposición. Sólo póngase a rezar señor, y si no funciona esa semana, hágalo más fuerte la próxima semana. No se atreva a meterse con el jugador, anímele. Todo irá bien, todo irá bien, todo irá bien, ommmmm...

Anoche, en el Hat-trick Espanyol vivimos el colmo de esta situación. Piera, aquel que encarnaba el diablo opositor de la junta directiva de Daniel Sánchez Llibre, ya no criticaba a nadie. Con lo pesado que había sido antes, y anoche calladito. Aunque se le notó a ratos un rostro enrojecido, seguro que de ira interior, no cayó en la tentación de despotricar de nadie, ni siquiera cuando nuestra querida Raquel Mateos quiso tirarle un poco de la lengua. Se limitó a rezar lo que todos debemos rezar: "hay que ser positivo, animar al equipo... y ya en verano hablaremos".

Ya en verano hablaremos. Sí, este es el "amén" de nuestra nueva religión de unidad y positivismo perico. Dani nuestro que estás en el palco, líbranos de la tentación de criticar y no ser positivos y ya hablaremos en verano. Así se lo tiene también aprendido Francesc Via, a quien muchos han acusado de "danismo" -de lo único que le acusaría yo es de no descansar y haber enloquecido por ello-, así que podemos situarle en una posición diametrarlmente opuesta a la de Piera. Él se limita a escribirnos una columna que pretende emocionarnos y seguir rezando. En su última columna titulada "Yo estaré ahí", empieza de la siguiente forma:
Aquest es un altre article, one more time, segurament maniqueu i trampós, que busca emocionar-te, que busca tocar-te la fibra, però sobre tot busca que no et desactivis, que no llancis la tovallola, que no et rendeixis. No va dirigit a tots, perquè no puc arribar a tots, perquè a tots no us podré convèncer. Perquè a tots no us puc enganyar. Hi ha gent molt llesta per aquí, fins i tot massa llesta i aquest article no és per ells. Perquè ara no necessitem llestos, necessitem creients.
Lo consigue. Sobretodo gracias a este estilo. Este de poner muchos puntos. De hacer muchas pausas. Como remarcando cada frase. Como entonando cada palabra. Oh, gloria. Funciona. Lo hace. Siento la fuerza. Veo la luz. Es un genio. Confieso que la táctica es brillante, y que en más de una ocasión me veréis imitarle cuando pretenda alentar a alguien. Pero a él ya no le sirve, lo escribe pero ya no le sirve. Como generador de opinión que es, cumple con el esfuerzo de seguir transmitiendo ese positivismo tan necesario en la nueva religión del "Tots junts podem". Su esfuerzo es admirable, ya que sólo en una ocasión, en su anterior columna -disculpas por no tener el enlace ni la cita exacta, no logro encontrarla en su web- fue débil y utilizó el amen/azador "ya hablaremos en verano".

De otros generadores de opinión como son los colaboradores y editores de BiB encontramos también los mismos rezos. Poco puedo saber de lo que opinan, ya que en su web la última actualización de la sección de opinión data del 1/3/09. La parte buena de esto, es que todavía podemos ganar en El Madrigal, a ver si hay suerte. Pero la tónica general del periódico es, como ya hemos visto en los otros dos ejemplos, de Totsjuntspodemismo. Pero en este caso, a pesar del desfase en cuanto a calendario de su web, encontramos reclamos más amen/azadores adelantándonos lo que pronto viviremos. Es el caso de la columna de Miquel Oró, en la que aprovecha a Golobart para dejar caer con sutileza aquello de que en verano va a arder Roma, y sobretodo es el caso del incansable Josep Sánchez. Su texto titulado "Changes comes to Espanyol" es el definitivo ejemplo de lo que se nos avecina:

El club debe cambiar de arriba abajo. Y como se trata de un club de fútbol, lo primero que debe sufrir un cambio radical es la gestión deportiva. El mismo Perelló, que siempre se ha caracterizado por no morderse la lengua, criticó recientemente la “errática” política deportiva del club. Aunque es bien cierto que hemos vivido grandes momentos, deportivamente hablando, llegando a varias finales y ganando dos Copas del Rey, no es menos cierto que en ocho años hemos vivido tres temporadas de infarto (contando ésta). Y lo que es peor, toda la estructura deportiva se ha resentido.

Estos tres ejemplos son los que utilizo para explicar cómo está el Espanyol. Hasta ahora, mi querido, no has sufrido nada. Incluso te diría que has vivido momentos entrañables de armonía, unidad y cariño. Pero esto durará el tiempo que la pelota quiera, porque ya no habrá escusas de Tourmalets y chorradas.

La solución será la de siempre: que arda todo. Si no hay luz, que ilumine el fuego que lo quemará todo. Quizás, viendo que el positivismo no ha funcionado, lo que toque sea todo lo contrario. Sobretodo será la solución para aquellos que tengan cuentas pendientes con la directiva. Ya nos lo han avanzado y dentro de poco lo viviremos, de momento sed felices.

2 comentarios:

  1. Ahora no toca, pero es inevitable pensar en ello. Siempre que pienso en la situación actual del Espanyol, me viene una frase a la cabeza, una de esas frases sentenciadoras del genial House. Una en la que le decía a su masoquista amigo (el oncólogo): "Estar a punto de morir no cambia nada, morir lo cambia todo". ¿Y si no bajamos? ¿volveremos al "la flor de Dani" y todo seguirá igual? Miedo me da pase lo que pase, y no sé que me da más miedo, lo cual, más miedo me da.

    PD: Empieza a ponerse interesante tu blog ;)

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  2. Nada, lo dicho, ni puta idea de lo que dices, no tienes ni idea. Lo vistes muy bien, pero ni puta idea.

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